martes, 18 de julio de 2017

Llamenme "El Suavecito"

La Pedagogia no es una rama de estudio seria, avanza entre modas, que se implantan sin razon alguna e igual de rapido se abandonan, sin razones teoricas de peso y en donde las opiniones son mas importantes que los hechos, pero despues de todo, solo es una Doctrina Social, mas cerca de una Secta que de una Ciencia, si lo dijo Piaget, es una verdad que se debe de aceptar acriticamente.

No se ustedes, pero a mi ya me fastidio que cada corriente pedagogica esta mas loca que la anterior, que solo cambian nomenclaturas, pero no proponen ninguna Teoria seria, se puede identificar inmediatamente una Teoria Basura, desde el momento en que solo le cambian nombre a las cosas, pero no escencia, por ejemplo, la Teoria de las Situaciones, que al alumno lo denomina con el pretencioso titulo de: Persona en Situacion de Aprendizaje, al Material Didactico lo llama Herramientas de Empoderamiento Educativo y un monton de payasadas mas, solo para terminar usando la dialectica para "enseñar" Matemáticas.

En ese sentido, los Pedagogos redenominan con gran despectividad al Profesor con el titulo que se les pega la gana: Guia, Orientador, Auxiliar, Facilitador, cualquier cosa, menos respetar su denominacion de Profesor, un titulo honroso que se ha ganado nuestra profesion con los años.

Y si de poner apodos se trata, prefiero que me llamen El Suavecito, despues de todo, solo se trata de cambiar denominaciones, no de profundizar en el conocimiento de la educacion.

Sin duda alguna, no podemos esperar nada serio de la Pedagogia, asi que creo que somos nosotros quienes debemos tomar la bandera de la Investigacion Educativa, despues de todo, nosotros tenemos la experiencia, los alumnos y enfrentamos esa actividad todos los dias, de nosotros deben de salir las sistematizaciones que deben de convertirse en leyes educativas (leyes reales, de comportamiento que predicen y establecen reglas para fenomenos observables).

Ah, y de paso, propongo que en nuestras nuevas Teorias, los villanos sean los Pedagogos y que los denominemos, Mentes de Niño, Mentecatos o Pomposos.